El año arrancó con una mezcla de expectativas y cifras alentadoras para el sector inmobiliario. Si bien enero dejó una baja respecto a diciembre algo completamente predecible por la estacionalidad del mercado, el balance interanual muestra un crecimiento que no pasa desapercibido.
La cantidad de escrituras firmadas tuvo un salto importante en comparación con el mismo mes del año pasado. Para quienes vienen siguiendo el pulso del sector, esto confirma lo que muchos sospechaban: la reactivación sigue en marcha.
Buenos Aires, la estrella del repunte
En la Ciudad de Buenos Aires, los números son contundentes. Durante enero de 2025 se firmaron 3.645 escrituras, lo que implica un crecimiento del 94% frente a las 1.882 operaciones de enero de 2024. Es cierto que, en comparación con diciembre (cuando se hicieron 7.667 escrituras), la cifra muestra una caído del 52%, pero hay que tomarlo con pinzas. Enero es un mes tradicionalmente flojo, vacaciones, menos actividad en escribanías y un mercado que arranca el año a medio ritmo. Lo que importa es la tendencia de fondo, y en ese sentido, el balance es más que positivo.
El empuje de Provincia
En la Provincia de Buenos Aires, el panorama también muestra señales claras de crecimiento. En enero se registraron 5.749 escrituras, lo que representa un alza del 68% respecto al mismo mes del año pasado (3.422 escrituras). Ahora bien, si se compara con diciembre (19.513 escrituras), la caída es del 71%.
Pero los cierto es que esta diferencia es esperable. Diciembre siempre tiene un pico de operaciones por cuestiones impositivas y el clásico apuro de cerrar trámites antes de fin de año. La clave, otra vez, es la comparación interanual, y ahí el crecimiento es indiscutible.
Las razones detrás del repunte
Entonces, ¿por qué está mejorando el mercado? Hay varios factores en juego. Primero, la estabilidad cambiaria y un escenario económico un poco más predecible generan confianza en los compradores. En otras palabras, menos sacudones en el dólar, más certezas para invertir.
Otro punto clave es que los precios de las propiedades parecen haber encontrado un punto de equilibrio. Después de años de caídas, los valores dejaron de ajustarse tan agresivamente, lo que despierta interés en quienes ven una oportunidad de compra.
Fuente: argenprop.com